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"La especial relación que Hilda establece con el mundo y las cosas es inquietante.
Tiene un universo muy particular y gran capacidad para plasmarlo pictóricamente."

Carlos Gorriarena - pintor argentino
Buenos Aires

 

 

"El fauve es el pintor de lo espontáneo,que se explícita mediante el uso del color, la distorsión de la forma y el sentido expresivo por la captación de la emoción.

Con su obra "Panela", Hilda Berti no escapa a esta denominación. Tanto las figuras como los objetos representados parten de esta capacidad de expresión y mantienen siempre la fuerza de la paleta y la simpleza de la forma en el dibujo. Siguiendo los lineamientos matissianos, lo preponderante es la elevada tensión del color y el valor de lo real reinterpretado de manera subjetiva; tanto los recursos formales como escénicos se someten sin prejuicio a las necesidades de lo que quiere narrar."

Julio Sapollnik
"El Presente del Arte Argentino, Sus Referentes". Ediciones Institucionales, 2010

 

 

"Hilda Berti fue alumna de mi amigo Gorriarena, y es justo que alguien que aprendió con un gran colorista, adopte el color como la principal fuerza de su arte.

Ella desarrolla su discurso íntimo por regiones desconocidas que va descubriendo en el propio hacer.  Este método la entusiasma y la empuja a nuevos atrevimientos, hasta concretar una imagen que ella considera -por su juicio crítico- como una "pequeña  magia", según su propia definición.

Se produce así un encantamiento entre formas y colores atrapando la emoción que sentimos al contemplar sus obras.

Y no podemos menos que celebrar este acontecimiento, que irá afinándose con su imaginación y sus vivencias, que son impredecibles..."

Roberto Broullon - artista plástico
Buenos Aires

 

 

"Contemplar la pintura de Hilda Berti es entrar a un mundo muy especial. "Su" mundo, y no es fácil, porque hay que vaciar nuestro alma de todo peso para poder recibirlo. Tanto color, tantas sensaciones...

Sus cuadros transmiten emociones, fuerza, vitalidad. Podemos sentir las "saudades" por su Bahía, y al espíritu brasileño saltando fuera de la tela... alternado con pinceladas de nostalgia porteña.

Hilda pinta más allá de la tela, y con todo su cuerpo y espíritu. Nos regala una forma de vida primitiva, visceral, dolorosa y alegre... Una vida: la suya, que derrama en cada tela dejándonos la sensación de que la pintura se escapa del cuadro, y sigue por la pared, y se mete sin permiso en nuestro alma como si un terremoto aconteciera...

Yo recibo su arte con mi corazón abierto, pues me hace bien, me reconforta, me sacude, me alivia de muchas desazones...

Quisiera que en estos tiempos confusos muchas Hildas se atrevan a tocar a través del arte, los centros intocables de nuestro ser, aquellos que ocultamos para no delatarnos!"

Diana Napolitano - artista plástica argentina
Otoño del  2006

 

 

"Al entrar a la galería donde la artista exponía su obra, sentí una emoción inexplicable, sorpresiva... Allí estaban liberados los colores y la luz. A pesar de que el pincel de la artista parecía iluminar los colores desde abajo, un hálito de tristeza, de melancolía, como de una contradictoria puesta de sol, latía en mis sentimientos... Todo tenía reminiscencias de la opresión de la esclavitud...! Pensé: hay que tener talento para meter en el fondo del tiempo esa profunda luz que descbre las sombras ocultas de la historia."

Homero Moavro - poeta, cuentista y autor de letras de tango
Fragmento de la nota a la muestra "Lenda-leyenda", en Galería Sylvia Vesco, publicada en diario "El Consultor"
Buenos Aires, agosto 2005

 

 

"Hilda logra captar a los Espíritus Elementales de la Naturaleza, y los prende en la tela."

Beto Lopes Reale - Poeta
Salvador, Bahía, 1994

 

 

"Magnìfico color, fuerza en la forma que entrecruza figuración y abstracción... y sentido del humor!"

Dimitri - crítico y galerista
Salvador, Bahía, 1993

 

 

"Entrar al mundo de Hilda Berti es un vértigo, un vuelo en constante transformación.  En sus paisajes el mar tal vez esté en el cielo, y un pez puede besar a la luna.

Pareciera que aquella ruta en busca del espíritu primitivo está presente en este fin de siglo.

En sus últimas pinturas hacen su aparición el cruce de las horizontales y verticales, que utilizadas como silencios, serenan algunos sectores de la obra. Contrastando la monotonía de la urbanidad con el ritmo de la naturaleza. Oxígeno, danza y color  plano obedecen al juego de la improvisación, como la figura morena de vestido blanco con el sol en la cabeza, que busca por el asfalto el misterio del paisaje bahiano.

Simulacro para comprender su universo interior..."

Enrique Collar - pintor paraguayo
Texto para catálogo, 1994

Hilda Berti